Este es el año perfecto para acudir al Ars Electronica por varias razones. La primera, como ya apuntaba hace un par de meses JL de Vicente, es que en esta edición los Golden Nica han ido a parar a un montón de proyectos españoles premiando -lo dice JL y es bien cierto- más las trayectorias que las obras o piezas concretas. Es un signo de que también los criterios con los que se valoran las artes están cambiando y el discurso procesual (“importan los procesos, no los resultados”) empieza a salirse del marco teórico y plasmarse real y efectivamente en el terreno del reconocimiento público.
No es una mesa camilla, es Reactable y hace música.
En este artículo publicado en Think Tank JL explica detalladamente las obras premiadas: Reactable, Freesound Project (ambas desarrolladas en universidades catalanas, algo que también merece la pena destacar teniendo en cuenta que el I+D sigue siendo un sector poco desarrollado en nuestro país) y sendos proyectos (“Augmented Sculptures” de Pablo Valbuena y “Levelhead” de Julian Oliver) realizados al amparo del Medialab Prado de Madrid, posiblemente la primera institución española en apoyar decididamente el trabajo de artistas e investigadores digitales cuando los centros de arte más convencionales no daban un duro por ellos.
Y esto es “Levelhead” de Julian Oliver, producido en Medialab Prado.
Así que sí, es una alegría. Y no por algún tipo de proyección patriotica (¡dios me libre!) sino por razones puramente prácticas. Esperemos que con el precedente de semejantes premios “internacionales” políticos y gestores de la cultura se animen a favorecer la creación digital con mayor audacia (y mayores inversiones, infraestructuras y programas de investigación). ¿Nos vemos en el próximo ARCO? 😉